Esa religión por la que se han dado tantas guerras en la historia, en la que la presencia de la mujer es tan importante, que siempre apoya a los poderosos en detrimento de los débiles, en la que sus dirigentes viven en el lujo mientras sus fieles se mueren de hambre, en la que el «sucesor de Pedro» tiene casos sin investigar de pederastia, en dónde puedes pecar toda tu vida pero si justo antes de morir te confiesas vas al cielo, en cuyos manuscritos sagrados hay tantas contradicciones que Phoenix Wright se volvería loco, y en la que me dejo tantas y tantas otras cosas por no ponerme de mala leche…
No sé cómo podría negarme.
Lo único a la hora de bautizarme, ¿podré remojarme también los sobaquillos? Por el tema de ahorrar agua y eso…
Oye, que el cristianismo tiene sus ventajas… por ejemplo, ahorras en luz una barbaridad cuando llega la quema de iglesias. Y también tiene mola un montón cuando mueres y resucitas, te sientes como Goku. ¡Son todo ventajas!
Eso de quemar cosas me interesa. Tengo entendido que se les da muy bien la quema de libros, entre otras cosas. Y bueno, lo de resucitar no me convence porque tienes que morir en la cruz… Prefiero morir a jarras del montaditos! 😉